Esto da cuenta del profeta Jonás, a quien Dios llamó para predicar el arrepentimiento al pueblo rebelde de la gran ciudad de Nínive. Pero Jonás tenía que arrepentirse, y fue tragado por un gran pez. Finalmente llegó a Nínive, donde la gente se arrepintió y Jonás aprendió sobre la misericordia de Dios.
Jonás